lunes, 9 de abril de 2012

Capricho del azar


Sabes bien dónde guardo aquel secreto de los dos, que en Cádiz nos espera un nuevo sol, que los dioses nos reclaman pasear de madrugada por un mundo que se entrega al compás de tu canción. 


Sé muy bien que en esta historia sobran corazones, que en tu pecho se amotinan mil temores, pues prevés que nuestro encuentro sea el fin del universo y como hijos de Pandora condenemos nuestros cuerpos.

Tú, mi eterna flor lunar, ese capricho del azar fraguado para mí. Y yo mendigo por creer que heredaré tu piel, que saciaré por ti mi sed.

Sabes bien que está en juego todo lo que conocemos, una caricia, un solo beso que nos demos. Partirá nuestro presente y el caos será inminente, no habrá cuerpos ni fronteras, sólo dos dioses insolentes.

Ven y quítame el bozal, desata el temporal y sálvame de mí. Ten, renuncio a mi mitad, te corono en libertad, reclámame, desátame.

Sabes bien dónde guardo aquel secreto de los dos, que en Cádiz nos espera un nuevo sol, que los dioses nos reclaman pasear de madrugada por un mundo que se entrega al compás de tus caderas, por un mundo que se entrega a tu canción.



No hay comentarios:

Publicar un comentario