Siento que nuestras palabras nunca son claras, llámame cobarde por no serlo yo tampoco, pero es que si no veo un rayo de luz soy incapaz de tirarme al vacío, puede que tenga miedo, miedo a fastidiarlo todo, miedo a amar… No sé tú…
Me desconcierta tu mirada porque intento descifrar siempre qué dices con ella, pues perdona que no me lo crea del todo cuando me dices te quiero, son palabras que, por desgracia, hoy en la actualidad están perdiendo su verdadero significado. Intento también saber qué dicen tus besos, tus abrazos, pero son estos los que me hacen dudar aun más…
Ya te lo dije... Esto es un puto cacao, el mayor caos que haya podido tener jamás mi cabeza. Pero mi corazón está en mayor orden, tiene las ideas más claras, por eso no se lleva tan bien como me gustaría con mi cabeza… Mi corazón quiere decirte que te quiere con todas sus fuerzas, pues lucha con ellas contra mi cabeza para que mis palabras sean más claras, para que sea mi cuerpo el que siga sus instrucciones y que mi boca por fin pueda decirte el te quiero más puro que disipe todas las dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario