martes, 1 de marzo de 2011

Cuestión de madurez

Puede que esta noche lo único que se me pase por la cabeza sea pensar en ti, qué puedas estar haciendo, qué puedas estar pensando y sobre todo qué puedas estar sintiendo... Puede que me acueste deseando estar a tu lado, pero sé que luego abriré los ojos por la mañana y veré que en realidad no estuviste junto a mí abrazándome toda la noche, que fue un mero sueño, como me pasó ayer, el día anterior y el anterior, así sucesivamente; puede que a veces un ligero soplo de viento me traiga levemente tu aroma y, no sé por qué, me haga sonreír tímidamente; puede que a veces solo tenga ganas de ti, de decirte que te quiero, que quiero estar contigo, enlazar nuestras manos toda una tarde, oírte cantar y que me mires a los ojos fijamente mientras lo haces, pero no puede ser.

No puede ser que vengas y te vayas cuando te plazca sin dar explicaciones, sin dejar nada claro, dejando las cosas peor que como estaban antes de empezarlas, porque la has fastidiado, amigo... No puede ser que yo esté sumida en este sentimiento que no me deja avanzar y me deja estancada siempre en la misma parada, justo en medio del trayecto. No puede ser que decepciones a la gente que te aprecia tanto de la manera en que lo haces, y aquí no me incluyo yo sola... No puede ser que me borres sin más, que me pagues con besos de plástico y sin sentido, que saben a nada. Pues dime, ¿acaso tú sentiste algo mientras me besabas? Porque de ser así no lo supiste transmitir. ¿Acaso sí tenían sentido o lo hiciste por el mero placer de poder fardar al tener un número más en tu lista? Hasta entonces yo había guardado mis sentimientos para mí y me dediqué a disfrutar de la amistad de la que disponíamos aunque a veces me costara, pero luego llegaste tú y de nuevo me descolocaste, me rompiste los esquemas, desapareciste y apareciste como si nada. Sinceramente, ¿qué significa nuestra amistad y qué soy yo para ti? Seguramente nada por lo que tu interés demuestra, pues no me valen los “te quiero” falsos y fáciles de escribir. Todo te es más fácil cuando tienes una pantalla por delante...

Sí, mis puntos suspensivos muestran claramente mi decepción, aunque ya no espero nada, todos mis esquemas vuelven a estar en su sitio y no me voy a preocupar de quien realmente no piensa en las consecuencias de sus actos demostrándome que no significo nada para él ni mucho menos. Algunos me dijeron que qué le iba a pedir a alguien de tu edad pero algún día la gente tiene que madurar y ya va siendo hora muchacho. Al fin y al cabo empezar a plantearme las cosas desde este nuevo punto de vista iba a llegar tarde o temprano. A mí en breves ni me ibas a ver porque me iré bastante lejos y mucho menos íbamos a mantener el contacto, que va, ¿para qué, verdad? Voy a vivir mi vida porque paso de estar pendiente de estupideces como las tuyas, porque el tiempo perdido de hoy no se podrá recuperar mañana, porque la vida es ahora y luego no habrá tiempo para enmendar nuestros errores... Voy a hacerlo aunque a veces solo quiera estar equivocándome de la elección que he tomado...

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